Entre el Mar y el Viento

Valparaíso cuelga de los cerros y se desplaza en un estrecho trozo de tierra que da al mar de su amplia bahía.
Todas las tardes se levanta un refrescante viento que en los días de invierno se convierte en un ventarrón que azota la ciudad.

Entre la majestuosidad de este puerto también están los cerros que se caracterizan por la elegancia de sus casas, jardines, plazas y avenidas; como el cerro Alegre; refugio de alemanes, ingleses, italianos, croatas y otros extranjeros que hicieron su fortuna con la
explotación del salitre. Paseando por estos cerros a veces encontramos rincones
que miran al mar como verdaderos palcos que invitan a observar la ciudad y la
hermosa bahía.

Uno de estos paseos; el paseo Artillería, sirvió como punto de encuentro a los jóvenes, quienes además de conversar, lucían sus prendas recién llegadas del extranjero. A este paseo se podía llegar por el ascensor de su mismo nombre o por la subida Carampangue. En el mismo lugar se ubicaba la Escuela Naval, construída en 1887.

A éste Valparaíso llegó el arquitecto Arnaldo Barison y precisamente en este cerro hizo una de sus principales obras, la cual ha sido ícono de referencia en el estudio de la arquitectura porteña y del país.